El viernes 2 de febrero: 'LA DAGA DE RASPUTÍN'
Forjada en el antiguo Egipto, la daga de Rasputín es una joya legendaria que da un poder casi absoluto a quien la posee. César, Atila y Napoleón fueron algunos de sus ilustres dueños. La pista de la joya se pierde en Rusia, con la muerte de su último dueño, el monje loco Rasputín. Desde entonces, gobiernos y poderosos personajes la han buscado en vano. Pero, de repente, en una cárcel española, Jacinto, uno de los presos, es identificado por la mafia rusa como portador de una anomalía genética relacionada con la daga. Sus compañeros de celda, el Papeles y el Araña, lo seguirán en una delirante aventura, llena de fugas y persecuciones, que los llevará hasta el corazón de la Rusia profunda.
El viernes 9 de febrero: 'UNA PALABRA TUYA'
Rosario (Malena Alterio) y Milagros (Esperanza Pedreño) son amigas y son barrenderas. También son jóvenes y no tienen ni novio, ni coche, ni amigos, ni futuro, a pesar de lo cual luchan, se pelean, se divierten, se quejan e incluso ligan... Hasta que un día, un encuentro inesperado dará un vuelco a su vida del modo más sorprendente.
El viernes 16 de febrero: 'TE DOY MIS OJOS'
Una noche de invierno, Pilar sale huyendo de su casa. Lleva consigo apenas cuatro cosas y a su hijo Juan. Escapa de Antonio, un marido que la maltrata y con el que lleva 9 años casada. Antonio no tarda en ir a buscarla. Pilar es su sol, dice, y además, “le ha dado sus ojos”. Una película que cuenta con 7 Premios Goya, 2 Premios Forqué y 2 Premios Concha de Plata.
El sábado 17 de febrero: 'LA BUENA ESTRELLA'
Una película muy galardonada que cuenta la historia de Rafael, un carnicero estéril que lleva una vida triste y solitaria. Un día auxilia a Marina, una muchacha tuerta a la que su novio estaba apaleando. Además, la aloja en su casa, aun sabiendo que está embarazada. Muy pronto, ambos se plantean cumplir un sueño que hasta entonces les parecía imposible: formar una familia.
El viernes 23 de febrero: 'LOS AÑOS OSCUROS'
Itziar, de 8 años, vive en dos mundos diferentes. Por una parte el mundo de la represión y tristeza representado tanto por sus padres, nacionalistas vascos asustados y sin ilusiones tras la derrota en la Guerra Civil, como por el colegio de monjas donde estudia. El otro mundo es el de la calle, donde Itziar verdaderamente se siente cómoda y feliz. Pero una enfermedad hace que Itziar sea enviada a un internado lejos de sus amigos y de sus lugares preferidos. A su regreso, después de varios años, Itziar se vuelve a encontrar con su pueblo y sus amigos. Pero ya nada es lo mismo.